Hace muchos años, antes de que existieran los relojes, el tiempo se medía por la rotación de la Tierra al observar las posiciones del sol en el cielo, las mareas y las fases de la luna. Sin embargo, los relojes se hicieron necesarios para medir las fracciones del día con más exactitud.
En palabras más simples, el reloj marca nuestra posición en la Tierra con respecto al lugar en que se encuentra el sol en cada momento. Así, a las doce del día, el Sol está encima de nuestras cabezas; a la una del día se encuentra un poco más hacia el lado del mar, y así avanza hacia allá cada hora que pasa.
Hace 4000 años, en Egipto, se inventó el primer reloj y fue, el reloj de sol. Con el paso del tiempo se crearon otros como lo fueron el reloj de agua y el de arena. Así a lo largo de la historia se fueron encontrando y descubriendo nuevas formas de hacer que este invento evolucionara.
Basado en los estudios realizados por Galileo, Christian Huygens diseñó el primer reloj de péndulo en 1656. Este reloj era el más exacto hasta ese momento, con un error de solo cinco minutos diarios. El reloj de tipo péndulo más conocido es el llamado reloj cucú.
El primer reloj de bolsillo del que se tiene registro fue creado en Alemania por el relojero Peter Henlein, en el año 1524, este fue muy popular y solo la gente de la clase alta podía darse el lujo de tener uno de esos.
En 1812, Abraham-Louis Breguet hizo a petición de la reina Carolina Murat, hermana de Napoleón, el primer reloj de pulsera conocido. Se sujetaba a la muñeca con una pulsera. Los hombres llevaban sus relojes atados con una cadena en el bolsillo trasero. Las mujeres lo llevaban alrededor del cuello, una tendencia que duró casi un siglo. Poco a poco el reloj de pulsera se fue introduciendo en la vida social, hasta que a finales del siglo XIX ocupó un lugar destacado en el vestuario de muchas damas. Estos relojes estaban sujetos a cintas o cadenas, dándoles un carácter femenino y haciendo que parecieran joyas.
Patek Philippe es acreditado como el creador del reloj de pulsera en el siglo XIX. Los primeros relojes de pulsera fueron elaborados para las mujeres; luego, alrededor de 1880 surgió la necesidad de los militares y pilotos de usarlos también ya que requerían ver la hora sin tener que sacar su reloj del bolsillo. Comenzaron a producirse en masa a partir de la Primera Guerra Mundial.
El primer intento de un reloj de cuarzo lo llevó a cabo el estadounidense Warren Marrisson en 1929 quien empleó cristales de cuarzo y transformó sus oscilaciones en una corriente de frecuencia que puso en movimiento las agujas de un reloj. Pero fue hasta 1969 que en el mundo de la relojería se empezó una producción masiva.
El reloj atómico fue creado en 1949 por físicos del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) de Estados Unidos, su funcionamiento se basa en el cálculo del tiempo que duran los cambios de energía en los átomos. Es usado por la comunidad científica que necesita medir fenómenos en millonésimas de segundo. Es el más exacto de todos los relojes que existen hasta ahora.
En 1970 nació el reloj digital. Tenía una pantalla oscura con puntos LED que se encendían e indicaban la hora al oprimir un botón. Comenzó a ser comercializado por la empresa estadounidense Hamilton, pero pronto los chinos tomaron la delantera y empezaron a producir relojes digitales con otras aplicaciones como cronómetro y calculadora.
El primer reloj inteligente como tal surgió en el año 2000, contaba con sistema Linux, memoria RAM y Bluetooth. A partir de ahí han evolucionado incorporando funciones más complejas y hoy son como pequeñas computadoras, capaces de navegar por Internet y realizar llamadas, entre otras cosas.
Como podemos ver, la medición del tiempo siempre ha sido importante para los seres humanos y sin duda, un reloj es una pieza que nunca ha perdido su apreciada reputación y es indispensable para nuestro día a día.
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